Cuando pensamos en un escenario a todos nos viene a la mente la misma imagen. Si es un festival, grandes columnas de sonido y un espacio gigante, con un techo que apenas alcanzas a ver. Si es en sala, mucho más pequeño, cercano y como se suele decir, muy “coqueto”.
Por suerte, algunos festivales marcan la diferencia y desde hace tiempo arriesgan con nuevos espacios para la música verdaderamente singulares. Muchos de ellos los tenemos aquí mismo, en Jaén provincia. ¿Todavía no los conoces?
Iglesia de San Lorenzo de Úbeda
Una antigua mezquita reconvertida en iglesia cristiana llena de capillas funerarias. Algo que puede sonar tan oscuro es un verdadero placer para los sentidos. La acústica del templo hace únicos los conciertos que se celebran. ¿Gustos? Para todos los oídos. Desde el blues de Guadalupe Plata hasta una orquesta sinfónica. Además, es sede del colectivo Peor para el Sol, que celebra cada año el concurso “Sabina por aquí” dedicado a la canción de autor. Pero más allá de la música, la iglesia celebra teatro, encuentros literarios e incluso un mercado de productos de la huerta de kilómetro cero los fines de semana.
Coches de choque del Monkey Week
En su edición 2016, el Monkey Week sumó a su lista de espacios singulares una pista de coches de choque reconvertida en un curioso escenario de conciertos. Diseñada y programada en colaboración con Happy Place Records y la Sala X, la pista, bautizada como The Happy Place X, ocupa la Alameda de Hércules y contó en su primer año con 18 actuaciones en directo.
Etnochill de Etnosur
Sus escenarios gigantes también son geniales pero, sin duda, el punto álgido de Etnosur es el Etnochill. Un templete situado en pleno Paseo de los Álamos en el que desfilan los mejores deejays y bandas del momento. La premisa es no parar de bailar bajo el sol y hacer visitas periódicas a la enorme fuente que corona el paseo. También puedes hacer un merecido alto para tapear en cualquiera de los bares de la zona o dar un paseo por el mercadillo de artesanía del lugar.
Jardines de Jabalcuz
Los jardines de Jabalcuz, próximos a unas termas naturales ya en desuso, fue escenario durante varios veranos para acoger el también ya perdido festival Jazz entre Olivos. Dar un paseo por el sitio es una gozada. La Rosaleda de El Retiro madrileño fue objeto de inspiración para hacer este parque, por el que han pasado, en su pequeño escenario estival, artistas de alturas como Esperanza Spalding.
Escenario flotante de Pirineos Sur
El Auditorio Natural de Lanuza es el emblema del festival Pirineos Sur. Un escenario flotante con capacidad para 5.500 personas que cuenta con su propio restaurante. Acoge habitualmente hasta cuatro actuaciones por noche. Algunas de las figuras más importantes de las músicas del mundo a nivel internacional ya han pasado por aquí y cada nueva edición es un gran reclamo para curiosos y acérrimos a la convocatoria festivalera.
Baños Árabes
Un lugar singular, con historia… y premio. Su rehabilitación le valió el reconocimiento en 1984 del galardón Europa Nostra. El patio de los Baños Árabes de Jaén es el lugar más fresquito para disfrutar las lunas de verano con el programa cultural Noches de Palacio y otras propuestas para todo tipo de públicos: recitales, teatro e incluso conciertos alternativos, acogiendo las últimas ediciones de los Ciclos de Rock. Porque el patrimonio no está ceñido con los sonidos más duros.
Si te has quedado boquiabierto con todas las posibilidades, recuerda que Piturda gestiona espacios escénicos para tu evento en la provincia de Jaén. ¿Hablamos?