Recientes estudios han constatado que Betty Mármol era de Jaén. Cuando la mujer de Pablo parecía decirle palabras de cariño y afecto en Los Picapiedra, en realidad lo que reclamaba era su atención en jaenero (con un par de valiums de más, eso sí). «Cuchi cuchi, tu madre al piedráfono y… ¡Ah! Me voy con las amigas en el piedramóvil al Cabo de Gata. Adiós cuchi cuchi.» Pero ahí no acaba todo, pues además de ser el nombre de una ciudad vietnamita (Cu Chi) y de una especie de jabalí, «cuchi» significa muchas cosas en jiennense. Y todo depende de la situación en la que lo digamos.
¿Qué me dices?.- Con intención de expresar sorpresa, se hace uso de un «cuchi» pronunciado de forma muy breve, con acento en la «U». ¿Que el niño lleva todo el curso «rascándose» y las ha sacado todas? El padre, la madre y puede que incluso también la vecina espete un «cúchi» ante tamaña novedad. ¿Que a tu amigo le sale trabajo estable en verano y no es poniendo cañas? Te sale un «cúchi er tío» del alma (atentos a la «U»). ¿Que tu amiga se ha sacado el título de chino, irlandés y griego, todo en un verano? Decimos «¡Cuchi la tía!, ¡¡Qué fiera!!». Y así sucesivamente.
·······