El auge del inglés nos ha sumido en una espiral de nuevas palabras que muchos usamos sin propiedad. A ello se suma la fiebre por volver a lo antiguo: las modas dictan nuevas tendencias (trends) basadas en lo antiguo (vintage) pero con aires modernos (retro).
Lo retro es trendy, es decir, como el mismo vocablo sugiere, es algo de moda de este siglo, mientras que lo realmente vintage es sacar del armario de tu madre aquellos trajes y monos imposibles. En otras palabras: la gramola del abuelo es vintage y el reproductor de vinilo con mp3 de estética retro es precisamente eso, retro: un latinismo cuyo significado recoge el DRAE como “hacia atrás”.
Junto a vintage y retro, hay más vocablos referidos al afán por recuperar lo antiguo, como por ejemplo NOS, que —más allá de referirse a un caso de corrupción con el yerno del rey como protagonista— significa New Old Stock, o, lo que es igual: stock viejo jamás usado, como una caja de gomas Milán de los 70 sin estrenar o una ristra de cuadernillos Rubio impecables.
Gozadores de lo retro: Jaén ofrece una amplia variedad de bares y garitos en los que poder regodearte de aquellos maravillosos años en un ambiente singular y, por supuesto, decorados con retazos de antigüedad.
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