A la última edición del concurso le llovieron los palos: poca atención a los finalistas (tanto de publicidad como de remuneración económica) y mala hora para tocar; más invitados que finalistas; un invitado que podría haber sido finalista ya que era un grupo novel… etc. Para un servidor lo peor del (¿último?) Lagarto del nuevo formato sin duda son las pocas miras del premio. El Lagarto Rock era un premio a nivel nacional, de bastante prestigio, que ponía a Jaén en el mapa; ahora volvemos a estar aislados, grupos de la provincia ergo concurso provinciano.
Una gran iniciativa era la realización de dos semifinales fuera de Jaén (Linares y Baeza creo que fueron las elegidas para la primera edición de este formato). Una gran idea que daría bombo a la gran final y que dinamizaría otras zonas bajo el nombre del Lagarto. Al final, esta gran idea quedó en papel mojado, sinceramente desconozco los motivos pero es una pena.