Seguramente hayas estado en alguna de las ediciones que Etnosur ha celebrado hasta la fecha, pero ¿conoces las anécdotas más curiosas de este festival multiétnico? Te contamos seis de ellas con pelos y señales.
1.- Rayos, truenos… y un cántico. Hace más de una década un grupo de pasacalles colombiano ofreció una actuación propia del realismo fantástico. Tras pasear por todo el recinto, el pasacalles terminaba en el escenario. Fue entonces cuando la cantante principal se dispuso a entonar una melodía popular colombiana titulada “Espíritu del agua, espíritu burlón”. Cuando llegó al estribillo y subió los brazos, se escuchó un trueno seguido de un relámpago. Sí, amigos: se puso a llover a cántaros.
Durante los 5 minutos que duraba la canción llovió a mares y justo cuando terminó, paró de caer agua. No llovió más en toda la noche, ni antes ni después de aquello en 21 años de festival.
Ese año hubo otros momentos para el recuerdo. La bailarina de Mercan Dede dejó en trance a todo el público con su danza de estilo sufí. Se creó una energía entre ella y el respetable difícil de explicar. Además, ese mismo año tocaba Joe Zawinul y, antes que él, su amigo Arto Tunçboyacıyan. Zawinul se enteró de que su amigo Arto estaba enfermo así que, con esas, hicieron un bis juntos que quedará en la memoria de los que pudieron disfrutarlo.
2.- Sin instrumentos y a lo loco. En 2006 el grupo lapón Mari Boine llegó a España para actuar en el festival, pero sus instrumentos no. Todo el backline se quedó en Londres. Los músicos llamaron a producción para informar de lo ocurrido. El grupo estaba, pero no había con qué tocar, teniendo en cuenta que el backline incluía flautas, teclados, djembes y otros instrumentos muy específicos.
Aunque parezca increíble, en menos de 24 horas David Ayala recorrió Sevilla, Málaga y Madrid para encontrar los mismos instrumentos, y a las 6 de la tarde ya estaba todo el backline en el escenario dispuesto para la prueba de sonido. David se quedó hecho polvo, pero satisfecho con el resultado.
3.- Una canción única. Trilok Gurtu tituló «Etnosur« a una canción incluida en su disco «Massical». Decía entre risas que titularla «Alcala la Real” era demasiado largo. Cuando le dieron el premio Etnosur, Sitoh Ortega, fotógrafo del festival, se lo encontró y le dijo que le mandaría las fotos de su actuación, a lo que Gurtu contestó: “Las del bolo me dan igual, pero quiero la foto con el premio”. Y aquí está.
4.- Producciones con marca Etnosur. Cada año, Etnosur propone a artistas producciones concebidas especialmente para el festival. Algunas de las más sonadas son Los Lamentos de Guadalupe Plata o Juan Perro y la Zarabanda, quienes giraron después por todo el país con la misma propuesta.
Todo surgió a raíz de que la organización del festival le propusiera a la cantante brasileña Marlui Miranda actuar junto a la Coral Alfonso XI de Alcalá la Real y la Coral Ubetense. Ella accedió encantada. Aunque al principio el coro se echó las manos a la cabeza, tras varias escuchas de la música de la brasileña se aprendieron las letras escritas sílaba a sílaba por Marlui para que la pudieran cantar en el exótico dialecto. La escena final fue sobrecogedora: el coro, el grupo que acompañaba con danzas y palos indígenas, y un repertorio de los que ponen los pelos de punta. El resultado fue verdaderamente mágico.
Otro de los momentazos que ha dado de sí ese flujo creativo entre la organización de Etnosur y los artistas fue el show de David Dorantes con la Orquesta Filarmónica de Andalucía.
5.- Un encuentro que marca tendencia. Cada octubre, la organización de Etnosur acude a Womex, la Feria Internacional de Músicas del Mundo, que cambia su emplazamiento en cada edición. En ella se dan cita más de tres mil profesionales de festivales, grupos, agencias de management, revistas y medios especializados. Es una feria de día con stands que, por la noche, celebra más de quince conciertos.
De casi un millar de propuestas musicales apenas cuarenta son elegidas. Para la organización de Etnosur, esta cita supone la oportunidad perfecta para saber qué está pasando dentro del mundillo y cuáles son los grupos más punteros y originales. La feria Womex se ha celebrado en ciudades como Budapest, Berlín o Rotterdam. Este año se celebra en Polonia y el que viene tendrá sede española, concretamente en Las Palmas de Gran Canaria.
6.- Comidas para todos los gustos. De un cartel multicultural nace una cocina multicultural. Los responsables de “hospitality” (del inglés, hospitalidad) se preocupan por saber hasta el último detalle de los gustos culinarios de los artistas y el equipo que viaja miles de kilómetros para actuar en el festival.
Hay vegetarianos y ovolacteovegetarianos que sólo toman un determinado tipo de leche, veganos que no toleran servir o cocinar carne en la misma sartén que las verduras, musulmanes que no comen cerdo y quien pide picante. Mucho picante. Todo es poco para los que tienen en sus manos que vivamos otra edición de Etnosur verdaderamente inolvidable. De las que dejan buen sabor de boca y ganas de repetir.