1. Kleenex o toallitas, tú decides, pero lleva algo.
Uno de los momentos menos memorables de cualquier festival es cuando te da el apretón (de líquidos o sólidos) y ves cuál será tu refugio: la típica caseta de plástico que hace las veces de wc, una puerta a la pesadilla más dantesca de Narnia. Para salir de ella con éxito solo hay un requisito: apáñate unos kleenex o toallitas húmedas y, si no a hombros, saldrás por la puerta grande.
2. Utiliza una cartera de plástico
Un monedero o cartera de plástico con cierre de zip es la opción ideal para no cargar demasiado, llevarlo todo a mano y evitar desgracias por derrames de bebida o lluvia. Recuerda la documentación y sobre todo, llevar mucho efectivo para evitar tener que buscar un cajero, porque en un festival perder el tiempo nunca es buena opción.
3. Si no quieres acabar como un tomate, úntate hasta el cogote
Son incontables las horas al sol que pasamos en un festival. Incluso si estás debajo de una carpa, pega igualmente en la piel. Por eso, no olvides echar un bote pequeño de crema solar y sobre todo, ¡Póntela! Aprovecha la ocasión para intimar un poco más con alguien y ofrécete a ponérsela. Podría ser el inicio de una increíble amistad… ¡O lo que surja! Echa un ojo a la tabla para elegir tu factor de protección ideal según sea tu tipo de piel y color de ojos.
4. Unas gafas de sol… ohh ohhh oohhh!
Protege tu visión, que ya le vas a dar por saco bastante con el alcohol y lo que encarte, y refugia tus pupilas tras unos cristales oscuros. Es el momento de lucir ese modelito fatale de gafas de sol que jamás te pondrías en tu barrio. Si usas normalmente por miopía o astigmatismo, apáñate unas de sol graduadas o algún protector para poner a las lentes.
5. Cabeza tapada para el sol y frío
Si hace solano poderoso echarás de menos una buena gorra que te proteja la cabeza. Igualmente, cuando caiga la noche, debes saber que taparte la cabeza te dará menos frío, ya que el 30% del calor corporal se escapa precisamente por ahí.
6. Pistolas de agua
No sabes lo útiles que pueden llegar a ser las pistolas o pulverizadores de agua hasta que pruebas una en un festival. Cuando el lorenzo pega y los 40 grados lleguen, será un arma infalible (nunca mejor dicho) para mitigar sudores y refrescarte. También puedes librar una batalla de agua, son las más divertidas y nunca ganas enemigos. Ariana Grande lo sabe.
7. Ropa para playa y para un aluvión
Básicamente, ir de festival significa sacar de tu armario lo más representativo de cada temporada: el bikini para la piscina en verano, las botas para las caminatas de otoño, las camisas más sueltas para primavera y el impermeable o plumas para un chaparrón de invierno. De la insolación a la hipotermia hay menos de lo que imaginas. Todo es posible cuando estás horas y horas non-stop con la misma ropa puesta todo el día.
8. Haz tu propia programación
Si tienes claro a qué grupos quieres ver, apúntalo en una lista y llévala contigo. Si vas un poco a la aventura, apaña un programa de mano del festival en la caseta de pulseras o en información. Llevar un reloj puede ser muy útil, no dependerás de la batería del móvil para saber qué hora es y así no te pierdes nada.
9. Una bolsa de basura tiene más usos del que imaginas
Además de que no ocupan espacio dobladas, son perfectas para ponerlas en el suelo y sentarte, estés en el camping o en el propio recinto. También son útiles para improvisar un impermeable en caso de lluvia o para usarla en su utilidad más lógica: recoger toda la basura que generas durante el festival, que no suele ser poca. Y si eres capaz de reciclar las latas y el vidrio, ya es para ponerte una calle.
10. Un pañuelo puede salvarte la vida
O, por lo menos, librarte de un buen resfriado. Busca un pañuelo que te guste pero que no te importe llenar de suciedad y polvo hasta los topes, es decir, fácilmente lavable. Úsalo para el frío de la noche, protegerte del sol, la lluvia o, si tiene un buen tamaño, como sábana extra para dormir.
11. Algún remedio para aliviar el dolor muscular
Ya sea el típico analgésico en spray, que también existe en tamaño mini, o aceite de romero, lleva algo que pueda ayudar a desinflamar la zona dolorida en caso de contusión. Igualmente, si eres de estar muchas horas de pie o andando, tus lumbares y piernas agradecerán un masaje con este aceite antes de descansar. Aquí tienes un sencillo tutorial para hacerlo de forma casera.
12. La menta abre la mente
Ya sea en chicles o en aceite esencial, recuerda que la menta tiene capacidad de excitar y mantenernos despiertos. Utiliza sus propiedades para tener además un aliento fresco. También es válida para masajes revitalizantes después de todo el día bregando pa’rriba y p’abajo. Todo son ventajas.
13. El cargador de repuesto
Cargar la batería es esencial, pero sabes que no va a ser sencillo conseguir un enchufe. Aunque en algunos festivales ya hay habilitadas casetas para ello, cúrate en salud y echa un cargador de batería portátil por si acaso. ¡Pero no olvides cargarlo a tope antes de meterlo en la maleta!
14. Punto de encuentro
Establece con tus amigos un punto de encuentro en el que previamente hayáis estado. No vale con decir “nos vemos en el lateral derecho de la mesa de sonido” porque habrá otras 600 personas más allí y será como buscar una aguja en un pajar. Estableced un punto concreto en el que ya hayáis estado antes y, si esto no es posible, identificad un lugar de alguna barra en el que haya un objeto llamativo o de color rojo, algún cartel en concreto que sirva de referencia a la hora de encontraros. Otro lugar en el que no suele haber muchas personas es en los contenedores de basura que ponen justo antes de la entrada al recinto, ya que es un espacio donde la gente para unos segundos para tirar sus botellas y entrar en la cola.
Y si eres tú el que organiza algún festival o te has planteado hacerlo, cuenta con Piturda para darle difusión entre más de 30.000 seguidores, para hacer la pegada de cartelería o para crear tu evento desde cero. ¡Que el lado piturdero de la fuerza te acompañe!